Una hoja de ruta para mejorar la calidad y reducir la deserción en la educación en Colombia

En educación superior, el PND busca reducir la inequidad en el acceso y las altas tasas de deserción, además de mejorar la calidad. En educación primaria, básica y media se espera aumentar la cobertura en la ruralidad e incentivar la formación de los docentes.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) que se discute en el Congreso de la República hace un diagnóstico del estado actual de la educación en Colombia, desde el preescolar hasta la universidad, y plantea estrategias concretas para enfrentar los desafíos del sistema educativo.

En educación superior, el PND reconoce la crisis estructural que padecen desde hace años las universidades públicas y plantea estrategias de solución. Según el análisis presentado en el documento, sus problemas son la inequidad en el acceso, la baja calidad y las altas tasas de deserción.

“La educación superior es el nivel educativo con acceso más desigual en el país”, asegura el Departamento de Planeación Nacional (DNP). En 2017, los jóvenes con mayores ingresos accedieron casi cuatro veces más a la universidad que los jóvenes más pobres.

En cuanto a calidad educativa, el DNP afirma que solo 38 de cada 100 estudiantes que ingresan a la educación superior en el país acceden a instituciones y programas acreditados de alta calidad. Lo más grave parece ser el alto nivel de deserción y su consecuencia inmediata: las bajas tasas de graduación. En 2016, el indicador de deserción por cohorte fue de 45,1 % para universitarios y 53,2 % para técnicos y tecnólogos, mientras la tasa de graduación fue de 37,4 y 27,1 %, respectivamente.

El PND trazó entonces tres metas específicas que buscan mitigar cada uno de estos problemas. La primera tiene como propósito aumentar la tasa de cobertura en educación superior del 52,8 al 60 % en los próximos cuatro años. La segunda busca que las 61 instituciones de educación superior públicas cuenten con recursos adicionales para el mejoramiento de sus finanzas y la financiación de proyectos de inversión con miras al mejoramiento de sus condiciones de calidad.

Para lograr estos objetivos, uno de los artículos de la ley del PND establece que el Gobierno deberá “avanzar gradualmente en el acceso, permanencia y graduación de la educación superior pública de la población en condiciones de vulnerabilidad, y para este fin se establecerán apoyos para pago de matrícula a través del Icetex y subsidios de sostenimiento con cargo a programas del Ministerio de Educación Nacional, el Departamento de Prosperidad Social y otras fuentes”.

Respecto a la calidad educativa y la sostenibilidad financiera, otro artículo tiene como propósito incrementar gradualmente la base presupuestal para el funcionamiento de las IES públicas hasta llegar al IPC más 4,65 puntos en 2022, tal como se acordó después del paro nacional estudiantil del año pasado. El PND permite que se destinen recursos del Presupuesto General de la Nación a todas las IES públicas del orden territorial y avala a la nación para financiar proyectos de inversión para mejorar la calidad o sanear los pasivos.

Para reducir las tasas de deserción en las universidades del país, el PND busca ampliar los cupos del programa Jóvenes en Acción de 123.000 a 500.000. Un estudio de 2017 concluyó que los beneficiarios que se encontraban matriculados en las IES al momento de iniciar el programa disminuyeron en un 40 % su probabilidad de desertar de manera temporal o definitiva.

El PND se propone generar las condiciones para facilitar el acceso de 320.000 estudiantes vulnerables a la educación superior a través de un esquema gradual de gratuidad en costos de matrícula y sostenimiento, focalizados según los puntajes del Sisbén.

Transformación de la educación primaria, básica y media

Los mayores desafíos a afrontar en educación primaria, básica y media son: poco acceso y cobertura en la ruralidad, altas tasas de deserción en los últimos grados del colegio y muy baja calidad.

Frente al acceso, la información del DNP revela que la cobertura neta en educación media rural es de 31 % y presenta una brecha de 16 puntos porcentuales menos que la cobertura urbana. Con respecto a la deserción, se sabe que, de cada 100 niños que ingresan al primer año educativo, solo 44 logran graduarse como bachilleres. En educación primaria, básica y media, el problema de calidad, según cifras de Planeación, del Icfes y del Ministerio de Educación, es que cerca del 86 % de los establecimientos educativos no logran un desempeño satisfactorio, es decir, no alcanzan las categorías A+ y A en las pruebas Saber 11.

En los próximos cuatro años el Plan Nacional de Desarrollo pretende aumentar de 14 a 20 % el porcentaje de colegios oficiales urbanos en las categorías A+ y A de la prueba Saber 11. Para colegios oficiales rurales la meta es pasar del 4,1 al 10 %. Además, el Gobierno pretende duplicar la cantidad de estudiantes en establecimientos educativos con jornada única: “Vamos a pasar del 12 % (900.000) a 24 % (1,8 millones)”.

Al mismo tiempo se propone avanzar en la cobertura neta de educación media urbana y rural. La idea es pasar de 80,1 a 83 % en las ciudades y de 66,8 a 73 % en el campo. El PND quiere llevar la tasa de deserción en la educación preescolar, básica y media de 3,08 a 2,7 %.

También se busca pasar de 5’300.000 a 7’000.000 de estudiantes beneficiarios del nuevo PAE, incluyendo el aumento del número de beneficiarios en 120.000 para las zonas rurales. Para aumentar el acceso y reducir las tasas de deserción hay que garantizar la alimentación escolar. En el PND está consignada una reforma al Programa de Alimentación Escolar (PAE) para ampliar su cobertura, fortalecer la territorialidad, optimizar los recursos en un marco de transparencia y garantizar su calidad y continuidad durante el año escolar.

Con el fin de lograr estos objetivos, el PND establece la creación de una ruta de acceso y permanencia para niños entre los 6 y 17 años, que articule las secretarías de Educación y otras entidades del orden nacional, vincule a las familias y potencie la educación básica y media. Además brindará incentivos a los colegios que reduzcan la deserción.

En concreto, el PND propone crear la escuela de liderazgo para beneficiar a cerca de 10.000 directivos docentes. También establece que el Ministerio de Educación otorgue becas para que 8.000 docentes en servicio hagan posgrados, priorizando a aquellos que enseñan en zonas rurales y en educación inicial. Además promueve la formación continuada de 126.000 docentes, a fin de transformar las prácticas pedagógicas en consonancia con el aprendizaje y la cotidianidad escolar.

La financiación de estos objetivos se basa en el Plan Plurianual de Inversiones, que incluye $216 billones para el desarrollo de la educación de calidad. El dinero saldrá del Presupuesto General de la Nación, el Sistema General de Participaciones, las entidades territoriales, las empresas industriales y comerciales del Estado, el Sistema General de Regalías, la cooperación internacional y el sector privado.

Fuente: El Espectador