“Aquí ni hay preescolar ni hay educación media”: Fabio Jurado, experto en educación
Más de 30 años como profesor de la Universidad Nacional, investigador de la educación en Colombia, consultor del Ministerio y coordinador de la red Latinoamericana para transformar la docencia en la región, este experto asegura que la formación de docentes a distancia es inviable en el país.
En 2013, un grupo de veinte profesores del Instituto de Investigación en Educación de la Universidad Nacional realizamos un estudio solicitado por el Ministerio de Educación. Analizamos 112 documentos producidos por ONG, grupos de universidades públicas y privadas e investigadores independientes. Esto con el fin de rastrear en ellos propuestas para ajustar el sistema educativo colombiano. Un aspecto relevante del resultado que obtuvimos es que Colombia no tiene un ciclo de educación preescolar. La educación media, que debe ser un ciclo definitivo para los jóvenes, no existe en el país. Además hay una atomización entre cada uno de los grados dentro de los niveles respectivos. Esto es el grado que se llama transición no se articula con la educación primaria en su primer grado, hay un aislamiento allí entre las docentes que trabajan en transición y quienes trabajan en primer grado.
El 70 % de jóvenes en países como Canadá, Estados Unidos o Singapur optan por carreras tecnológicas en un ciclo posmedia y solo el 30 % decide continuar con carreras completas. En Colombia solo el 50 % de los que ingresan a la universidad terminan las carreras. Es decir que podemos considerar un ciclo de tipo tecnológico, ofrecer otras oportunidades. No solo con uso de herramientas, sino con una formación sólida alrededor de problemas que tienen las comunidades.
Hoy la Universidad Pedagógica, encargada de orientar por ley la formación de los docentes a nivel nacional, tiene sólo el 25 % de docentes de planta y el 75 % de contrato por horas de medio tiempo o de tiempo completo a 6 o 10 meses, eso no garantiza fortalecer grupos de investigación donde los futuros maestros participarán. Hay dos modelos que yo propongo para esta problemática: el primero es que el normalista que quiere ser maestro hace la licenciatura y continúa con la maestría en educación. La otra es que los profesionales que estudian carreras relacionadas con educación (matemáticas, física, química) tomen sus cursos flexibles que son el 20 % del pénsum en cursos relacionados con educación y luego, su tesis sea el primer semestre de una maestría en esta área. El problema para esta última propuesta son los recursos porque en nuestro país la universidad pública se ve conjuntada con la privada: los posgrados cuestan más de cinco millones.
Hay que hacer hincapié en el aprendizaje. Porque considero que el maestro también está aprendiendo con sus estudiantes cuando no repite currículos estandarizados y únicos. En los últimos cuatro años del Gobierno de Santos tuvimos muchas contradicciones con los programas que se echaron a andar. Hubo un retroceso en lo que los maestros venían trabajando con los lineamientos curriculares de todas la áreas que, como su nombre lo indica, son lineamientos generales para pensar el currículo porque la ley 115 de 1994 y el decreto 1860 del mismo año invitan al maestro a pensar la educación a partir de proyectos y poner hincapié sobre el aprendizaje. Eso ha brindado iniciativas innovadoras en el país.
Fuente: El Espectador